Lo que se hubiera podido salvar del Titanic

Una historia para no repetir

El Titanic fue una de las obras de ingeniería más importantes de su tiempo. El barco más seguro, más grande, más costoso y más lujoso; con capacidad para 3300 personas entre tripulantes y pasajeros y aproximadamente 269 metros de largo. Un gigante como el Titanic se ve pequeño comparado con los actuales gigantes. 

Con el hundimiento del Titanic al menos unas 1.500 personas perdieron la vida, por motivos que oscilan entre la negligencia, la competencia y el ego desenfrenado.

Fueron tres los barcos hermanos que se encargaron a los astilleros Harland and Wolff, de los cuales el Titanic tendría la misión de ser el primer transatlántico de su tamaño en hacer un recorrido tan largo, desde SouthAmpton hasta New York.

Después de semejante tragedia el mundo no volvió a permitirse ilusiones y expectativas tan altas en proyectos con inconsistencias propias de la experimentación y  las primeras veces. Empecemos por el lado de los botes salvavidas. Había sido diseñado para acomodar a 3.300 pasajeros, junto con la tripulación. Pero solo tenía botes salvavidas para 1.178 personas. Resulta que en el momento del hundimiento había apenas 20 botes disponibles, lo necesario para salvar a un tercio de las personas que viajaban en el Titanic; irónicamente no fue nunca un tema de costos o de espacio, por el contrario, fue un tema estético. El trasatlántico más opulento no podía lucir mal llevando los botes necesarios colgados en la popa. Súmese a esto que la tripulación no estaba lista para enfrentar esas situaciones de emergencia, no tenían clara la capacidad de los botes y siguiendo el protocolo en Alta Mar embarcaron primero a mujeres y niños de primera clase, dejando los primeros botes a menos de la mitad de su capacidad, y los últimos sobrecargados.  ¿Primer error?

Ahora vamos con el tema de la velocidad y los riesgos. Pese a que existía la advertencia de que durante el camino había icebergs, además de que el único medio para verlos y ubicarlos era un marino con buenos ojos y una canasta ubicada en la parte más alta del barco, la prioridad era otra. Para la humanidad en esos años los barcos eran la mayor obra de ingeniería y el mayor reconocimiento que podía recibir una embarcación era la Banda Azul, o the Blue Riband.  Que premiaba con publicidad a los barcos más rápidos; por supuesto el objetivo de todo capitán. Así que no, cuando dieron la advertencia de riesgo de choque, no se bajó la velocidad.
Por último existen pruebas de que no era posible el control óptimo del barco debido a su pequeño timón comparado con su tamaño. Es decir, el timón del Titanic comparado con el de otros barcos de su tiempo más rápidos e incluso pequeños, ya era insuficiente para hacerle frente a un viraje inesperado en su dirección

Esto como un recordatorio de la importancia de la seguridad ocupacional y la proyección de riesgos; el refrán de que es mejor prevenir que lamentar aplica en este contexto y aprovechamos la ocasión para recordarte:

  1. En multiempleos tu contrato tiene todas la prestaciones sociales y garantías de ley que te permitirán atender tus necesidades de salud y cualquier riesgo laboral. Importante, no hacemos cobro de ARL ni ningún otro proceso. No realices pagos a través de correo electrónico ni links.
  2. Siempre que lo necesites tu ARL estará disponible para atenderte, es tu derecho y nosotros lo cobijamos.
  3. Nuestro personal de analistas en seguridad y veedores están constantemente revisando que tus condiciones de trabajo sean seguras y tu salud no se vea afectada a largo o corto plazo.
  4. Puede que no trabajes en un buque transoceánico, pero cada uno de nuestros colaboradores es importante y nos comprometemos a propender por tu seguridad.

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